viernes, 4 de noviembre de 2011

ESTRATEGIAS DEL NEOLIBERALISMO

Tarea:
* Traer 2 preguntas dirigidas a los dos estados contarios para el debate (una de ellas en el aspecto teórico y la otra en el aspecto práctico)

ESTRATEGIAS DEL NEOLIBERALISMO
*Política fiscal – incrementar ingresos fiscales – Salinas –ampliar base gravable y bajar el I.V.A. e I.S.R
*Desreglamentación interna y externa – disminuir o suspender el control de precios – disminuir barreras arancelarias -  abrir mercado – libre comercio (crisis de industria nacional) – desempleo, economía informal, aumento de actividades ilegales, fin de “rigidez” en mercado de trabajo (garantías del trabajador)
*Privatizaciones

Miguel de la Madrid (1982- 1988)
·         Pacto de Solidaridad Económica
·         PIRE
Salinas (1988 – 1994)
·         Plan Nacional de Desarrollo (1989 – 1994) y se encuentra vigente



INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
Miguel de la Madrid
 (Colima, 1934) Político mexicano, presidente del país entre 1982 y 1988. Cursó la carrera de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México y obtuvo una beca para llevar a cabo una maestría en Administración Pública en la Universidad de Harvard. De 1979 a 1981 fue secretario de Programación y Presupuesto.
En 1963 ingresó al Partido Revolucionario Institucional, que el 17 de septiembre de 1981 lo designó candidato a la presidencia de la República para el período 1982-1988. En las elecciones de julio de 1982 obtuvo una aplastante victoria, superando con casi trece millones de votos a su rival más cercano. Asumió el poder ejecutivo federal el primero de diciembre de 1982.
En su primer discurso a la nación como mandatario, anunció un plan de austeridad para sacar al país de la crisis económica, principal objetivo de su mandato. Para ello siguió una política de austeridad y de lucha contra la corrupción. En política exterior centró sus esfuerzos en negociar la deuda de su país e intentar mediar en el conflicto Centroamericano. En este sentido, fue uno de los fundadores, junto con Venezuela, Panamá y Colombia, del Grupo de Contadora, constituido en enero de 1983, para contribuir a la pacificación de América Central.
Durante su mandato, México sufrió una de las peores catástrofes de su historia: el jueves 19 de septiembre de 1985, a las 7:19 horas, la capital de la República fue sacudida por un terremoto de 7.8 grados en la escala Richter, de vastas consecuencias. Al dejar el poder ocupó la dirección del Fondo de Cultura Económica, la institución de fomento editorial más importante de México. El 9 de octubre de 1991 fue nombrado presidente del Comité Internacional de Alto Nivel para la Década, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.




Carlos Salinas de Gortari
 (Ciudad de México, 1948) Político mexicano, presidente de la República entre 1988 y 1994. Hijo del senador y secretario de Estado Raúl Salinas Lozano, que fue Ministro de Industria y Comercio de su país, y de Margarita de Gortari, presidenta y fundadora de la Asociación de Mujeres Economistas de México, Carlos Salinas de Gortari se licenció en Economía por la Universidad Autónoma de México en 1969 y completó su formación en Harvard con un doctorado en Economía Política y Gobierno.
Siguió la estela política de su padre y con 18 años ingresó en la filas del PRI, donde rápidamente sentó las bases de una meteórica carrera política. Comenzó a trabajar en la Secretaría de Hacienda en 1971 y, una década después, fue el responsable de diseñar la campaña electoral de Miguel de la Madrid, quien, tras lograr una abrumadora victoria en los comicios de 1982, le nombró director del Instituto de Estudios Políticos y Sociales y, después, secretario de Programación y Presupuestos.
En octubre de 1987, el PRI presentó su candidatura a la presidencia de la República para las elecciones de julio de 1988 y, tras una larga campaña electoral en la que encontró sobre todo la oposición de sindicatos y líderes del movimiento obrero que recelaban de su programa económico, logró la victoria y se proclamó presidente de los Estados Unidos de México para el sexenio 1988-1994. Durante la ceremonia de investidura, celebrada el 1 de diciembre, anunció los asuntos principales de su agenda política, entre ellos, la reducción de la deuda externa, el incremento de los niveles económicos del país y la lucha contra la corrupción y la violencia.
Desde los primeros meses de su mandato, Salinas impulsó la cooperación comercial con los países vecinos. Con los del sur, Colombia y Venezuela, suscribió un acuerdo en 1989 para constituir a corto plazo una zona de libre comercio; también con los gobiernos centroamericanos estudió la viabilidad de establecer un área comercial libre en la zona y, finalmente, con los vecinos del norte, EE.UU y Canadá, anunció en 1991 el inicio de conversaciones con idéntico objetivo. El proceso negociador fraguó en diciembre de 1992 con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) que entró en vigor el 1 de enero de 1994 y estableció un mercado común en los estados de América del Norte.
En política interior, su gestión estuvo marcada por el amplio programa de privatización de empresas públicas que reportó a las arcas estatales unos ingresos de 13.000 millones de dólares, la reforma educativa, la devaluación del peso para contener la inflación y la reducción de la deuda externa. Salinas también comprometió su mandato al ejercicio de una profunda reforma en su partido y, en el último año de su presidencia, tuvo que enfrentar una insurrección armada en el estado de Chiapas.
El 1 de enero de 1994, el movimiento indigenista y campesino autodenominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas contra el Gobierno de México en protesta por la política neoliberal del presidente Salinas y, durante varios días, la revuelta fue duramente reprimida por el Ejército. El clima de violencia y las críticas, internas y externas, que recibió el Ejecutivo por la contestación militar a las reivindicaciones campesinas colocaron al Gobierno en una crítica situación que el presidente trató de resolver con el anuncio del alto el fuego y la tramitación de una Ley de Amnistía para los involucrados en la revuelta.
Celebradas las elecciones presidenciales el 21 de agosto de 1994, Salinas cedió el bastón de mando de la República al nuevo candidato del PRI y vencedor de los comicios, Ernesto Zedillo. Veinte días después del relevo presidencial se desató en el país una crisis financiera que colocó a México al borde de la suspensión de pagos. Los portavoces del Gobierno entrante endosaron la responsabilidad al Gobierno saliente y las relaciones entre Salinas y su sustituto se deterioraron bruscamente.
En marzo de 1995 Salinas abandonó el país sumido en una complicada crisis política y personal, atacado por todos los medios políticos que antes habían aplaudido sus decisiones ejecutivas. A la grave situación económica del país tras su mandato, se unió la acusación contra su hermano Raúl Salinas de Gortari como supuesto autor intelectual del asesinato, en septiembre de 1994, de quien entonces era su cuñado y secretario general del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Francisco Ruiz Massieu. El procesado fue condenado a 50 años de cárcel, aunque el ex presidente de México mantuvo la convicción de que el juicio fue una trampa política.
Tras abandonar México y permanecer varios años en Dublín, donde se dedicó a estudiar las circunstancias del desarrollo nacional y los efectos de la globalización, entre otros temas, regresó de su exilio en 1999 e hizo pública su retirada de la política.



1982 Crisis y Recuperación
Las políticas macroeconómicas de la década de 1970 dejó la economía de México altamente vulnerable a las condiciones externas. Esto se volvió bruscamente contra México en la década de 1980, y causó la peor recesión desde la década de 1930. A mediados de 1981, México fue acosado por los precios del petróleo, mayores tasas de interés mundial, la creciente inflación, un peso crónicamente sobrevaluado, y un deterioro de la balanza de pagos que estimuló la fuga masiva de capitales. Este desequilibrio, junto con la desaparición de las reservas internacionales de México - a finales de 1982 eran insuficientes para cubrir las importaciones de tres semanas - obligó al gobierno a devaluar el peso en tres ocasiones durante 1982. La devaluación y la inflación impulsada impidieron la recuperación a corto plazo. Las devaluaciones redujeron los salarios reales y el aumento de la carga del sector privado en el servicio de su deuda denominada en dólares. Pago de intereses de deuda a largo plazo solo se que equivale al 28 por ciento de los ingresos de exportación. Cortado de crédito adicional, el gobierno declaró una moratoria involuntaria de pagos de la deuda en agosto de 1982, y al mes siguiente se anunció la nacionalización de la banca privada de México.
A finales de 1982, el presidente entrante Miguel de la Madrid tuvo que reducir drásticamente el gasto público, estimular las exportaciones, y promover el crecimiento económico para equilibrar las cuentas nacionales, sin embargo, la recuperación fue muy lenta en materializarse.  La economía se estancó a lo largo de la década de 1980 como consecuencia de las continuas condiciones negativas del comercio, las altas tasas de interés internas y escasez de crédito. Se formó un temor generalizado de que el gobierno podría no lograr el equilibrio fiscal y tienen que ampliar la oferta de dinero y aumentar los impuestos desalentado la inversión privada y alentó la fuga de capitales masiva que aumentó aún más las presiones inflacionarias. La reducción resultante en el ahorro interno impidió el crecimiento, al igual que la reducción rápida y drástica del gobierno en la inversión pública y la elevación de las tasas reales de interés internas para impedir la fuga de capitales.
PIB de México creció a una tasa promedio de sólo 0,1 por ciento por año entre 1983 y 1988, mientras que la inflación se mantuvo muy elevada. El consumo público creció a una tasa promedio anual de menos del 2 por ciento, y el consumo privado en absoluto. La inversión total se redujo a una tasa promedio anual del 4 por ciento y la inversión pública a un ritmo del 11 por ciento. A lo largo de la década de 1980, los sectores productivos de la economía contribuyeron con una parte cada vez menor del PIB, mientras que el sector de servicios aumentaron su participación, lo que refleja el rápido crecimiento de la economía informal. La estrategia de De la Madrid de estabilización fue imponer un alto costo social: la renta real disponible per cápita disminuyó un 5 por ciento cada año entre 1983 y 1988. Los altos niveles de desempleo y el subempleo, especialmente en las zonas rurales, estimuló la migración hacia la ciudad de México y los Estados Unidos.
En 1988 la inflación se mantuvo finalmente bajo control, así como la disciplina fiscal y monetaria, el ajuste de precios relativos alcanzados, las reformas estructurales en el comercio y la gestión pública en marcha, y las condiciones previas para la recuperación en su lugar. Pero estos acontecimientos positivos no eran suficientes para atraer la inversión extranjera y el capital de retorno en cantidades suficientes para una recuperación sostenida. Un cambio en la estrategia de desarrollo fue necesario, basado en la necesidad de generar un ingreso neto de capitales.
En abril de 1989, el presidente Carlos Salinas de Gortari, anunció un plan de su gobierno nacional de desarrollo de 1989-94, que aboga por el crecimiento anual del PIB del 6 por ciento y una tasa de inflación similar a las de los principales socios comerciales de México. Salinas previstas para lograr este crecimiento sostenido por impulsar la participación de la inversión del PIB y mediante el fomento de la inversión privada a través de la desnacionalización de las empresas estatales y la desregulación de la economía. Su primera prioridad era reducir la deuda externa de México, a mediados de 1989 el gobierno llegó a un acuerdo con los bancos comerciales acreedores para reducir su deuda a medio y largo plazo. Al año siguiente, Salinas tomó el siguiente paso hacia mayores entradas de capital mediante la reducción de los costos de empréstitos nacionales, reprivatización del sistema bancario, y la caída de la idea de un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos. Estos anuncios fueron seguidos por los mayores niveles de repatriación de capitales y la inversión extranjera.
Después de subir impresionante durante los primeros años de la presidencia de Salinas, la tasa de crecimiento del PIB real comenzó a disminuir durante la década de 1990. Durante 1993 la economía creció por una cantidad insignificante, pero el crecimiento se recuperó a casi el 4 por ciento durante 1994, como la política fiscal y monetaria se relajó y la inversión extranjera se vio reforzada por la ratificación Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). En 1994, los sectores comercio y servicios representaron el 22 por ciento del PIB total de México. Seguido de fabricación en un 20 por ciento, el transporte y las comunicaciones en un 10 por ciento, la agricultura, la silvicultura y la pesca en un 8 por ciento, la construcción el 5 por ciento, la minería en el 2 por ciento, y electricidad, gas y agua en un 2 por ciento. Alrededor de dos tercios del PIB en 1994 (67 por ciento) se gastó en el consumo privado, el 11 por ciento en el consumo público, y el 22 por ciento de la inversión fija. Durante el año 1994 el consumo privado aumentó un 4 por ciento, el consumo público un 2 por ciento, la inversión pública en un 9 por ciento, y la inversión privada en un 8 por ciento.
Sin embargo, el colapso del peso en diciembre de 1994 y la consiguiente crisis económica hizo que la economía se contrajera en un 7 por ciento durante 1995. La inversión y el consumo cayeron drásticamente, este último un 10 por ciento, la agricultura, ganadería y pesca contrajeron  un 4 por ciento, la minería un 1 por ciento, un 6 por ciento de fabricación, la construcción en un 22 por ciento, y el transporte, almacenamiento y comunicaciones un 2 por ciento, siendo el único sector que registra un crecimiento positivo de servicios públicos, que se expandió un 3 por ciento.
En 1996 el gobierno mexicano y analistas independientes vieron señales de que el país había comenzado a salir de la recesión económica. La economía se contrajo en un modesto 1 por ciento durante el primer trimestre de 1996.


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