jueves, 25 de agosto de 2011

Exposición de los proyectos gestados durante el periodo revolucionario

México, D.F.  23 de agosto del 2011    Sesión Número 7

Equipo número 5

Integrantes:
Héctor Apolinar Cruz
José Manuel  Pacheco Crispín 
Valeria Cruz García
Ana Laura Arámbula Delgado

I.TEMAS VISTOS

 -En esta sesión se comenzó con la exposición de los diversos proyectos que se gestaron durante el periodo revolucionario:
 Plan de San Luis Potosí (1910),
Plan de Ayala (1911),
 Programa del Partido Liberal,
 Manifiesto del 23 de Septiembre de 1911 (1911),
 Plan de Guadalupe (1913),
 Plan Agrario Villista (1915)

II. INFORMACIÓN MANEJADA

La información más relevante en cuanto a las exposiciones, fue principalmente que los diversos equipos expusieran los datos necesarios para que en lo consiguiente se pudiera contextualizar e identificar cada uno de los movimientos revolucionarios así como sus proyectos, en cuanto a datos generales de cada proyecto es decir fecha de decreto y lugar, las principales demandas, así como  quienes eran los firmantes para finalmente  mencionar si el proyecto se trataba de un proyecto burgués o proletario.
Nota: Proyecto burgués se refiere a la identificación del plan a favor del sector privilegiado, por ejemplo contextualizando, derrocar a Díaz del poder para poner a otro y continuar con un modelo similar de gobierno que beneficie a  las clases privilegiadas (clero, clase capitalista..etc.)

Proyecto proletario es un término para identificar a un plan y situarlo bajo características que cumplan con las demandas de la clase proletaria y campesinado  y además  que ponga fin a los beneficios de la clase privilegiada, para que posteriormente la clase baja (proletariado y campesinado puedan adquirir derechos que satisfagan sus necesidades sociales y humanas.

Transcripción de lo que se dijo en clase (Fragmento)
Tomado del compañero José Manuel Pacheco Crispín

Equipo que representa el movimiento de Madero

Nosotros representamos a los industriales, terratenientes, a la clase media y a la pequeña burguesía. Este movimiento es comandado por Francisco I. Madero, es burgués terrateniente y en su campaña electoral él propone promesas a los campesinos, que es restituir las tierras, aumento a los salarios y una jornada digna para los trabajadores.

Primero es rechazar la reelección del presidente Porfirio Díaz, Convocando a toda la gente el 20 de noviembre a las 6:00 pm a que tomen armas para estar en contra y quitarlo del poder, entonces él obviamente suba como presidente provisional.

Su proyecto dice que las tierras van a ser entregadas a todas aquellas personas a las que se les quitó y que van a ser incentivadas. También todas las personas que no estén de acuerdo con lo que se plantea, van a ser presos, van a ser juzgados.

Nuestro plan también dentro de lo que se plantea, no porque maten a uno de nosotros, también lo vamos a matar, a menos de que sea Díaz o alguno de sus aliados.

Comenta la maestra:
Díaz ya no tiene forma de seguir en el poder.

Utiliza como mayor eje al pueblo, lo que hace Madero es convocar al pueblo para que luchen contra el gobierno de Porfirio Díaz con la promesa de que se les va devolver las tierras que les fueron arrebatadas durante la dictadura.

No quieren que cambie el sistema de gobierno. Hacen las promesas a los campesinos porque saben que el pueblo campesino es mayor.

Equipo que expone al partido liberal mexicano

Quienes participaron fueron:
El presidente Ricardo Flores Magón, Juan Saravia (vicepresidente), Antonio Villa real (secretario), Enrique Flores Magón (tesorero), Gerardo Rivera (vocal), Manuel Saravia.   

Este programa es del proletario, porque el programa liberal lo que quiere es terminar con la figura del presidente, no quiere sacar a Díaz y poner a otro.

Movimiento villista

Es un movimiento obrero. El decreto que se elabora es en 1915, con la finalidad que haya equilibrio en la repartición de tierras, él decía que debido a la gran desigualdad de la repartición de las propiedades territoriales de miles de campesinos, obreros, jornaleros, quienes han estado sujetos a la dependencia de los terratenientes.

Debe haber un documento del cual pueda establecer en cuanto a las tierras, sin embargo, no debiera contener más de los principios generales en el que se forma la reforma agraria.

Dejando que sus estados en uso de su soberanía coloquen esas bases a sus necesidades locales porque la variedad de los suelos, las condiciones agronómicas de cada región requieren diversas aplicaciones particulares de las bases.


Plan de San Luis Potosí.
(5 de Octubre de 1910)
“…Madero dio a la luz su plan revolucionario y un manifiesto al pueblo mexicano en los que expuso, con sus agravios, los lineamientos de la revolución. En una parte del referido manifiesto reconoció, como una traición al pueblo, el no ponerse al frente de sus conciudadanos para obligar al general Díaz, por las fuerzas de las armas, a respetar la voluntad nacional. Y en el plan de San Luis, fechado el 5 de octubre de 1910, declaró nulas las elecciones para presidente y vicepresidente de la República, magistrados a la suprema corte de justicia de la nación, diputados y senadores, efectuados en junio y julio de ese año, determinando las normas de organización política y militar revolucionarias, y fijando, el 20 de noviembre del propio año, como la fecha indicada para iniciar la revolución.

De todos los artículos de ese plan, sólo el tercero revistió mayor importancia, pues aunque no fuera sino en forma moderada aludió, con carácter restitutivo, el problema agrario. Es cierto que este artículo no penetró en el fondo de las cosas, pero fue, a pesar de su aspecto moderado, el que arrastró mayor contingente de hombres a la lucha revolucionaria.”1

Plan de Ayala
(28 de noviembre de 1911)

“...el jefe suriano no tuvo ya nada que esperar y dio a conocer el 28 de noviembre de 1911, su famoso plan de Ayala, el histórico documento que serviría de base agraria a la revolución y que, en sus artículos 6,7,8,9, declaraba: “Como parte adicional al plan que invocamos, hacemos constar: que los terrenos, montes y aguas que hayan usurpado los hacendados, científicos o caciques a la sombra de la tiranía y la justicia venal, entraran en posesión de estos bienes inmuebles y desde luego, los pueblos o ciudadanos que tengan sus títulos correspondientes a esas propiedades, de las cuales han sido despojados, por la mala fe de nuestros opresores, manteniendo a todo trance, con las armas en la mano, la mencionada posesión, y los usurpadores que se consideren con derecho a ellos, lo deducirán ante tribunales especiales que se establezcan al triunfo de la revolución.
“En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos, no son más que dueños del terreno que pisan, sufriendo los horrores de la miseria, sin poder mejorar en nada su condición social, ni poder dedicarse a la industria o a la agricultura, por estar monopolizadas por unas cuantas manos las tierras, montes y aguas, por esta causa se expropiarán previa indemnización de la tercera parte  de esos monopolios, a los poderoso propietarios de ellas, a fin de que los pueblos y ciudadanos de México obtengan ejidos, colonias, fundos legales para pueblos y campos de sembradura o de labor, y se mejore en todo y para todo la falta de prosperidad y bienestar de los mexicanos.
“Los hacendados, científicos o caciques que se opongan directa o indirectamente a este Plan, se les nacionalizarán sus bienes y las dos terceras partes que a ellos les correspondan, se destinarán para indemnizaciones de guerra, pensiones para las viudas y huérfanos de las víctimas que sucumban a la lucha por este plan.

“Para ajustar los procedimientos respecto a los bienes antes mencionados, se aplicarán leyes de desamortización y nacionalización, según convenga, pues de norma y ejemplo pueden servir las apuestas en vigor por el inmortal Juárez, a los bienes de los eclesiásticos, que escarmentaron a los déspotas y conservadores que en todo tiempo han pretendido imponernos el yugo ignominioso de la opresión y el retroceso.”
Bastante moderado era el plan de Ayala, pero daba ya, al nuevo movimiento armado, características agrarias bien definidas. Zapata fijó su atención en la personalidad de Pascual Orozco para que actuara como jefe de la revolución campesina, dirigiéndose a él en el sentido indicado. Orozco oyó al enviado de Zapata, le hizo algunas recomendaciones para el caudillo del sur, pero aplazó su decisión.”2

El plan de Guadalupe
(26 de marzo de 1913)

“Impelido por la presión del enemigo, Carranza salió de Saltillo, ya en abierta pugna con las fuerzas huertistas. Lo acompañaban un grupo de oficiales jóvenes de las fuerzas irregulares del Estado y algunas tropas del mismo origen. El día 26 de marzo, en la hacienda de Guadalupe, se discutió y se aprobó el documento que serviría de base a la revolución y tomó el nombre de plan de Guadalupe.
La discusión presidida por Lucio Blanco, se tornó animada. En medio de ella “…empezaron las propuestas para agregar el proyecto del señor Carranza, lineamientos agrarios, garantías obreras, reivindicaciones y fraccionamientos de latifundios, absolución de deudas y abolición de tiendas de raya”. No obstante, prevaleció el criterio de polarizar todas las fuerzas nacionales en contra de Huerta el usurpador. Por tanto, el plan de Guadalupe no tuvo sino un contenido estrictamente político, desconociendo a Huerta como presidente de la República, a los poderes legislativo, y judicial de la federación, así como a aquellos gobiernos de los estados que después de treinta días de publicado este plan reconocieran aún a los poderes federales. Proclamaba, además, como primer jefe del ejército constitucionalista al propio Carranza, quien una vez que fuera ocupada la ciudad de México se encargaría interinamente del poder ejecutivo de la nación, y convocaría, al consolidarse la paz en el país, a elecciones generales.
Firmaban este plan los jefes y oficiales presentes en la hacienda de Guadalupe, a los que se unieron otras pertenecientes a la guarnición de Piedras Negras. Con esta bandera, iba Carranza a emprender la gran cruzada de rehabilitación nacional y a poner a prueba al pueblo mexicano.”3

Ley agraria villista
(24 de mayo de 1915)

“Desvinculado del gobierno convencionista, Villa, quiso, como era natural, darle a su facción una arma ideológica capaz de medirse, en su lucha contra el carrancismo, con los principios agrarios adoptados por éste. Por eso el 24 de mayo de 1915, apoyándose en el decreto del 12 de febrero del mismo año, dio a la publicidad una ley en la que subrayaba “la gran desigualdad en la distribución de la propiedad territorial” que había traído como consecuencia la servidumbre de la gran mayoría mexicana a una minoría terrateniente. Y como las tierras habían sido arrebatadas a sus legítimos dueños y centralizadas en manos improductivas, Villa, igual que Carranza, decretaba el fraccionamiento de la tierra hasta que bastara para llenar las exigencias. También se refería a la asignación de bosques, manantiales, corrientes o depósitos de agua a cada poblado.”4

Programa del partido liberal (fragmentos)
(1 de julio de 1906)

“El partido liberal lucha contra el despotismo reinante en nuestra patria…”
“Los ciudadanos deben comprender que las simples declaraciones de principios por muy altos que  éstos sean, no bastan para formar buenos gobiernos y evitar tiranías: lo principal es la acción del pueblo, el ejercicio del civismo, la intervención de todos en la cosa pública.

“Las manifestaciones del pensamiento deben ser sagradas para un gobierno liberal de verdad: la libertada de palabra y de prensa no deben de  tener restricciones que hagan inviolable al gobierno en ciertos casos y que permitan a los funcionarios ser indígenas y corrompidos…

“La instrucción de la niñez debe reclamar muy especialmente los cuidados de un gobierno que verdaderamente anhele el engrandecimiento de la patria…Si queremos que nuestros hijos guarden incólumes las conquistas que hoy para ellos hagamos, procuremos ilustrarlos y educarlos en el civismo y en el amor a todas la libertades…

“El enseñar rudimentos de artes y oficios en las escuela acostumbra al niño a ver con naturalidad el trabajo manual, despierta en el la afición a dicho trabajo y lo prepara desarrollando sus aptitudes, para adoptar más tarde un oficio, mejor que emplear largos años en la conquista de un título…

“Gracias ala dictadura de Porfirio Díaz, que pone el  poder al servicio de todos los explotadores del pueblo, el trabajador mexicano ha sido reducido a la condición más miserable: en dondequiera que presta sus servicios es obligado a desempeñar una dura labor de muchas horas por un jornal de unos cuantos centavos.

“En más deplorable situación que el trabajador industrial se encuentra el jornalero del campo, verdadero siervo de los modernos señores feudales. Por lo general, esos trabajadores tienen asignados un jornal de veinticinco centavos o quizá menos; pero los amos, y sólo para que no se mueran de hambre, les proporcionan algo de maíz y frijol y alguna otra cosa que les sirva de alimento…

“El trabajador no es ni debe ser en las sociedades una bestia malicenta, condenada a trabajar con sus manos cuanto existe para beneficio de todos; es el productor de todas las riquezas y debe tener los medios para disfrutar de todo aquello que los demás disfrutan…”5

“Firmados: Presidente, Ricardo Flores Magón y otros”.

Manifiesto del 23 de Septiembre de 1911 (Fragmentos)
El Manifiesto del 23 de septiembre de 1911 es un documento redactado por la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano cuyos dirigentes son Ricardo Flores, Librado Rivera, Anselmo L. Figueroa y Enrique Flores Magón, que representaban una postura abiertamente anarco comunista orientada a conquistar libertad política, económica y social durante la Revolución Mexicana.

La forma de pensar y de actuar de Ricardo Flores Magón, aunado a la actitud de Francisco I Madero, motivaron a que este primero se diera a la tarea desde el exilio en el cual se encuentra y al ver que con el triunfo del levantamiento armado del 20 de Noviembre de 1910 el segundo personaje se había vuelto más popular y poderoso de México, el primero se encargo de desenmascararlo, en Regeneración del año de 1911, en donde Flores Magón lanza la siguiente interrogación: ¿Que quieres Madero? Y esta es su respuesta:

“Quiero lo que he querido siempre: ser presidente de la República, esto es, estar en condiciones de poder aumentar más todavía su enorme capital, pues ese individuo es millonario. Para conseguir su propósito, Madero ha recurrido a toda clase de malas artes: el engaño, la adulación, a las masas, la intriga, la hipocresía y por fin, el crimen, porque crimen es tomar la parte del tirano para desarmar y aprisionar a los defensores de la Libertad”7.

Ante tal actitud de Madero es la reacción de Magón y en el Manifiesto del 23 de Septiembre es clara la posición de Magón:

“…para que los pobres no aspiren a los goces de la tierra y constituyan un peligro para los privilegios de los ricos, prometen a los humildes, a los mas resignados, a los más pacientes, un cielo que se merece en el infinito, mas allá de las estrellas que se alcanzan a ver…”8

Estas son solo algunas líneas que se encuentran en el manifiesto en las cuales queda asentado cual es la forma de pensar de Ricardo, y que intenta llevar a la practica con muy poca fortuna.

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“Mexicano: La junta organizadora del Partido Liberal Mexicano ve con simpatía vuestros esfuerzos para poner en práctica los altos ideales de emancipación política, económica y social, cuyo imperio sobre la tierra pondrá a esa ya bastante larga contienda del hombre contra el hombre, que tiene su origen en la desigualdad de fortunas que nace del principio de la propiedad privada.



…MEXICANOS: El partido Liberal Mexicano reconoce que todo ser humano, por el solo hecho de venir a la vida tiene derecho de gozar de todas y cada una de las ventajas que la civilización moderna ofrece, porque esas ventajas son el producto del esfuerzo y del sacrifico de la clase trabajadora de todos los tiempos.



…El Partido Liberal Mexicano reconoce que la autoridad y el clero son el sostén de la iniquidad capital y, por lo tanto, la junta organizadora del Partido Liberal Mexicano ha declarado solemnemente guerra a la autoridad, guerra al capital, guerra al clero.

…Estos primeros actos de expropiación han sido coronados por el más risueño de los éxitos, pero no hay que limitarse a tomar sólo posesión de la tierra y de los implementos de agricultura: hay que tomar resueltamente posesión de todas las industrias por los trabajadores de las mismas, consiguiéndose de esa manera que las tierras, las minas, las fábricas, los talleres, las fundiciones, los carros, los ferrocarriles, los barcos, los almacenes de todo género y las casas queden en poder de todos y cada uno de los habitantes de México, sin distinción de sexo.



Los liberales  no han dejado caer las armas a pesar de los tratados de paz del traidor de Madero con el tirano Díaz, y a pesar también, de las incitaciones de la burguesía, que ha tratado de llenar de oro sus bolsillos, y esto ha sido así, porque los liberales somos hombres convencidos de que la libertad política no aprovecha los pobres, sino a los cazadores de empleos; y nuestro objeto no es alcanzar empleos ni distinciones, sino arrebatarlo todo de las manos de la burguesía, para que todo quede en poder de los trabajadores.



“…es preciso que los trabajadores tengan en sus manos la tierra y la maquinaria de producción, y sean ellos los que regulen la producción de las riquezas atendiendo a las necesidades de ellos mismos”9.



¡A la lucha!; a expropiar con la idea del beneficio para todos y no para unos cuantos, que ésta guerra no es una guerra de bandidos, sino de hombres y mujeres que desean que todos sean hermanos y gocen, como tales, de los bienes que nos brinda la naturaleza y el brazo y la inteligencia del hombre, con la misma condición de cada quien de dedicarse cada quien a un trabajo verdaderamente útil.



La libertad y el bienestar están al alcance de nuestras manos. El mismo esfuerzo y el mismo sacrificio que cuesta elevar a un gobernante, esto es, un tirano, cuesta la expropiación de los bienes que detentan los ricos. A escoger, pues: o un nuevo gobernante, esto es un nuevo yugo, o la expropiación salvadora y la abolición de toda imposición religiosa, política o de cualquier otro orden.

¡Tierra y Libertad!

1)Estando en la ciudad de los Ángeles, estado de California, Estados Unidos de América, a los 23 días del mes de septiembre de 1911.

Ricardo Flores Magón
Librado Rivera
Anselmo L. Figueroa
Enrique Flores Magón6

Láminas presentadas durante la exposición 
 
 















III. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

1 Mancisidor, José, “Historia de la Revolución Mexicana”, Alfaro hnos, S.A.,      México, 1974, p.103

2 Ibíd. p. 170
3 Ibíd. p.242
4Ibíd. p.285
5 Basurto Miranda, Ángel,"La evolución de México", Herrero, S.A., México, 1966 p. 450
6 Copia del manifiesto del 23 de septiembre de 1911
7 Camareno Rodríguez, Francisco, Ricardo Flores Magón,”El Prometeo de los trabajadores mexicanos”, Fontamara, México, 2005. p 31.
8 http//mediosypoliticaenmexico.blogsspot.com/2009/09/manifiesto-del-23-de-septiembre

IV. LECTURAS Y TAREAS PARA LA SIGUIENTE SESIÓN

Se leerán las bitácoras de los días  23 y 26 de agosto.
*Es necesario obtener  la siguiente lectura que se encuentra en copi laser:
Meyer, Lorenzo., “El primer tramo del camino” en Historia General de México, El Colegio de  México, México, 1988, p 1185-1226.
(Se sugiere hacer reporte de lectura)
Es recomendable leer toda la lectura, aunque para la siguiente sesión sólo es necesario que se lea de la página 1185-1204.

Nota: no se debatió con respecto a los proyectos presentados y nadie respondió a la pregunta de la maestra con relación a la obra de teatro, ¿Por qué están los reclamos de la Selva Lacandona?


 

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